28 de abril de 2024

Una nave espacial rusa se estrella contra la Luna

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En un golpe a los ambiciosos planes espaciales de Rusia, la primera misión lunar del país en casi medio siglo terminó en fracaso. La sonda lunar Luna-25, lanzada por Roscosmos, la agencia espacial estatal rusa, sufrió una colisión que la dejó inoperable en la superficie lunar. Este evento marca un contratiempo en los esfuerzos de Rusia por volver a destacar en la carrera espacial global.

Luna-25, la primera sonda enviada por Rusia hacia la Luna desde 1976, colisionó con el satélite terrestre luego de perder contacto con la Tierra el sábado a las 11:57 GMT. La pérdida de comunicación ocurrió durante el intento de ponerla en órbita antes de su previsto aterrizaje programado para el lunes.

El accidente sigue a la previa revelación por parte de Roscosmos de una “situación anormal” bajo análisis por sus expertos. El sábado, a las 14:57 horas (11:57 GMT), se interrumpió la comunicación con Luna-25, informó la agencia espacial rusa en un comunicado el domingo. Basándose en los resultados preliminares de la investigación, se determinó que la sonda lunar “dejó de funcionar tras chocar con la superficie lunar”.

El análisis preliminar sugiere que el accidente fue resultado de una desviación en los parámetros de impulso previamente calculados.

Este fracaso subraya la disminución del poderío espacial ruso desde los días de la intensa rivalidad de la Guerra Fría, cuando Moscú lideró al lanzar el Sputnik 1, el primer satélite de la Tierra, en 1957, y cuando el cosmonauta soviético Yuri Gagarin se convirtió en el primer humano en viajar al espacio en 1961.

El incidente también ocurre en un momento en que la economía rusa, valuada en 2 billones de dólares, enfrenta desafíos considerables en el escenario internacional. Estos desafíos incluyen las sanciones occidentales y la participación en la mayor guerra terrestre en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

Aunque se planea establecer una comisión especial para investigar las causas del siniestro, las autoridades rusas han mantenido un perfil relativamente bajo en la difusión de la noticia. La cobertura de la pérdida de Luna-25 en la televisión estatal rusa fue breve, relegándola al octavo puesto en la programación del mediodía y otorgándole apenas 26 segundos de atención.

El fracaso de Luna-25 contrasta con los planes de la India, cuya nave espacial Chandrayaan-3 se dispone a alunizar en el polo sur de la Luna esta semana. Además de competir con India, Rusia se enfrenta a la creciente influencia de China y Estados Unidos, ambos con ambiciones lunares en expansión.

La decepción causada por Luna-25 sugiere un declive en el prestigio del programa espacial ruso. Aunque las misiones a la Luna son notoriamente desafiantes, la falta de éxito destaca la necesidad de mejorar la gestión y la planificación en los futuros esfuerzos espaciales. El accidente podría tener implicaciones para el futuro del programa lunar ruso, que contempla varias misiones en los años venideros, incluyendo posibles colaboraciones con China.

En última instancia, este revés recalca la importancia de un enfoque riguroso y realista en los programas espaciales, evitando caer en proyectos vanidosos y poco viables. A medida que los científicos y expertos en Rusia buscan comprender las causas detrás de este incidente, es evidente que se necesita una reevaluación cuidadosa para que el país pueda nuevamente competir en el escenario espacial mundial.

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